Vamos a por ella!
Sam tiene diecisiete años y lleva toda su vida viajando de un lado para otro con su padre y su hermano pequeño, Riddle. ¿Por qué? Porque cuando su padre era joven, pasó varios meses en la cárcel y para evitar volver a vivir entre rejas ha decidido que la solución no es dejar de delinquir sino ser más rápido que la ley. De modo que Sam y Riddle no van a la escuela, han aprendido a encontrar comida gratis y a huir de su padre cuando está borracho.
Sam tiene una guitarra y, aunque él aún no es consciente, un talento innato para la música. No sabe muy bien a qué se dedican los adolescentes de su edad y no comparte sus preocupaciones: ni por la imagen, ni por los estudios, ni por los cotilleos. Y eso es lo que más le fascina a Emily.
Emily vive con sus padres, su hermano pequeño y su perro en una casa con jardín. Y, aunque es una chica muy especial, tiene una familia completamente normal. Eso es lo que primero fascina a Sam.
Cuando el destino hace que sus caminos se crucen, no tardan en empezar una relación. Pero hay demasiadas cosas sobre Sam que Emily no sabe, y Sam es consciente de que un día cada vez más cercano su padre meterá las cosas en el coche y les dirá que se tienen que ir.
Mi opinión:
Tengo este libro bastante fresco la verdad. Está recomendado por mi 100%.
Con él se pueden pasar buenos y no tan buenos ratos.
No voy a decir que me enganchara desde el primer instante, pero según pasan las hojas todo se vuelve más interesante y deseas saber el final.
Nota: 8,5.
Y como enlace, os dejo la canción que da nombre a este libro, I'll be there de The Jackson 5.
https://www.youtube.com/watch?v=J6pAxF2br_U
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